ILUSTRACIONES E IMÁGENES
La metodología para la enseñanza de lenguas ha utilizado a lo largo de la historia el soporte de las ilustraciones, principalmente en lo que a la enseñanza-aprendizaje del vocabulario se refiere, pero también como desencadenante de la expresión oral y escrita. Ya en el siglo XVII Jan Amos Comenius (1592-1670), el gran teórico checo autor de La Gran Didáctica, escribió el primer manual para el aprendizaje de una lengua mediante las imágenes y el vocabulario. Se trata de OrbisPictus, un libro ilustrado destinado al aprendizaje del latín que se publicó 1659. La obra en cuestión apareció poco después en diversas lenguas. Comenius adoptó un sistema que consistía en numerar los dibujos y proporcionar listas de vocabulario bilingüe coincidiendo con dicha numeración -en este caso latín más la lengua materna. En esa misma línea los alemanes Bernhard Basedow y Christian Heinrich Wolke publicaron, en 1774, un manual básico que contenía una serie de ilustraciones con el fin de llevar a cabo una enseñanza bajo un enfoque intuitivo-inductivo. En realidad, ambos buscaban instrumentos innovadores para la enseñanza en general. El soporte visual que ofrecen los grabados e imágenes adquirirá un peso notable con el auge que vivió la adopción del Método directo a fines del siglo XIX y principios del XX. Así pues, muchos de los autores de manuales de francés incluyeron ilustraciones en sus obras. La mayoría de ellos lo hacían principalmente en los primeros cursos con el fin de evitar la traducción en la presentación del léxico de la nueva lengua. Sirvan de ejemplo los manuales de Raoul Massé autor del método Massé, que recibieran el Premio de Honor en la Exposición Internacional del Progreso Moderno (París, 1923). El mismo método había recibido previamente una mención de gracias del rey Alfonso XIII en 1914 como consecuencia de sus buenos resultados. Raoul Massé insiste en la idea de iniciar la enseñanza del idioma por la lengua oral. En las orientaciones que el autor da a los profesores indica que es necesario introducir el vocabulario de la nueva lengua presentando los objetos, aunque apoyándose en la traducción para los conceptos abstractos. En las lecciones dedicadas al léxico de su Curso elemental el autor utiliza ilustraciones numeradas y a continuación una lista del vocabulario siguiendo esa misma numeración. En cambio, en el Curso superior, Massé deja de utilizar el soporte de las ilustraciones. Otro autor ampliamente conocido por el éxito de su método, y que utilizó sobradamente el soporte de las imágenes en sus manuales de francés, es Alphonse Perrier. La obra de Perrier está constituida por su Lengua francesa, Método pràctico para hablar y escribir correctamente el francés, obra dividida en el Curso Elemental y el Curso Superior. El propio autor define su obra como: « Método racional y progresivo de Lengua Francesa, con un tratado de pronunciación figurada y numerosos textos y grabados para la Lectura y la Conversación ». Perrier afirma en el prólogo de su obra que sigue un enfoque basado en el Método natural y propone seguir lo que considera la progresión más racional para la enseñanza/aprendizaje de un idioma: escuchar, leer, hablar y escribir. El conjunto de su obra se completa con un Curso Preparatorio de la Lengua Francesa, dirigido a estudiantes principiantes. Este manual está dedicado básicamente a la pronunciación, al vocabulario y a la lectura. Otro manual del mismo autor es el libro titulado Lectura Francesa, que contiene ochenta y dos ilustraciones para la conversación por la imagen. Además Alphonse Perrier incluyó un suplemento para su Curso Superior dedicado exclusivamente a la conversación por la imagen. Se trata de un librito explicativo que contiene los textos relativos a las treinta y cuatro ilustraciones del manual. El autor dirige la expresión a partir de la imagen sugiriendo temas y ofreciendo ideas para desencadenar la conversación o el relato. De manera que Alphonse Perrier concede una importancia notable al uso de la imagen con el fin de desencadenar la expresión, pero resulta peculiar que este autor escoja dicho soporte principalmente en niveles avanzados cuando el estudiante de la nueva lengua ha adquirido ya cierto conocimiento del sistema de la misma.
Por otro lado, en 1903, en Burdeos, se publicó la primera edición de una obra titulada Tableaux auxiliaires Delmas pour l'enseignement pratique des langues vivantes par la méthode directe et par l'image, publicada por la Association bordelaise pour la propagation des langues étrangères. Se trata de dieciséis láminas distribuidas en tres series pensadas para el aprendizaje de ocho lenguas modernas -alemán, inglés, español, esperanto, flamenco, francés, italiano y ruso. Los temas de dichas láminas hacen referencia a situaciones de la vida cotidiana: escuela, infancia, juventud, vejez, vivienda, pueblo, ciudad, transportes, mar, montaña, entre otros. Cada una de dichas láminas va acompañada de unas fichas de vocabulario siguiendo la numeración de los dibujos. A pesar de ser un material didáctico publicado en Francia fue una herramienta de soporte utilizada en los centros escolares de la Escuelas Pías de nuestro país. La edición que se usó en dichos centros, aplicada al aprendizaje del francés, está comentada por Ernest Rochelle, profesor del instituto de Burdeos. Todo el conjunto se acompaña de un livretexplicatifque contiene las orientaciones concretas como es el hecho de aconsejar al profesor que solo se deben mostrar las láminas de vocabulario escrito a los estudiantes después de haber completado el trabajo oral previo para evitar que la visión las palabras escritas pueda interferir en la imagen auditiva que inicialmente debe formarse el alumno. Gracias a la ayuda de los números el estudiante descubrirá la ortografía exacta de cada palabra sin tener que pasar por la lengua materna. Rochelle afirma que los Tableaux son un recurso pero que no constituyen un método en si mismos, sino que deben ser utilizados como material auxiliar que facilitará al profesor el poder realizar una enseñanza basada en el Método directo. Como es conocido, dicho método inicia la enseñanza de la lenguapor el trabajo de la parte oral. En ese sentido, los Tableaux ofrecen al estudiante un soporte gráfico además de proporcionarle temas para desencadenar la conversación. El conjunto del material contiene también unos posters mural en color, posters de proverbios, postales y cuadernos de deberes o ejercicios gramaticales. Sin duda, el uso de los Tableaux auxiliaires Delmas en las clases de lengua modernas de los centros de las Escuelas Pías son un indicador de la inquietud metodológica aplicada a la enseñanza del francés en dichos centros. Otro ejemplo de ello lo demuestra el hecho de que en el programa de prácticas de los estudios de Aplicación en los centros piaristasse contemplaba la creación de empresas figuradas y se simulaban intercambios comerciales con otros países, todo en la lengua meta. Para dichas simulaciones se fabricaban billetes falsos y, en el caso de Francia, fue necesaria la autorización del gobierno de dicho país dada la enorme similitud de los billetes fabricados con los billetes reales.
María Inmaculada Rius Dalmau
Bibl.:
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- Rius Dalmau, Mar ía Inmaculada (2010): Aprender francés en España entre 1876 y 1939. La labor de los centros de la Institución Libre de Enseñanza en el ámbito de las lenguas extranjeras, Barcelona, PPU.
- - (2011): "Le devenir de la vie quotidienne illustrée par les images des Tableaux auxiliaires Delmas (1903)" , in Tiempo: texto e imagen / Temps: texte et image, Madrid Universidad Complutense, 857-870.