Universitat Rovira i Virgili

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Diccionario de historia de la enseñanza del francés en España (siglos XVI-XX)

MARTÍNEZ SAAVEDRA, FÉLIX (? – Sevilla, 1799)

Este maestro de francés ejerció como tal en el Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla, destinado desde su fundación en 1681 a la formación de pilotos para los barcos de la Carrera de Indias. Las ordenanzas que le eran aplicables a la institución desde 1786 reflejan el espíritu ilustrado de la época, lo que explica que prescribieran la enseñanza en el centro de francés e inglés. Aunque el inglés nunca llegó a impartirse, no fue el caso del francés; pronto se convocaron oposiciones para cubrir la correspondiente plaza de maestro: obtenida por Martínez Saavedra, recibió su nombramiento oficial por real orden de 20 de noviembre de 1787, empezando a ejercer sus funciones desde el siguiente día 27. Aunque al principio usó en su enseñanza el Arte de hablar bien francés (1781), de Pierre-Nicolas Chantreau, pronto comprobó que esta gramática era demasiado extensa para el nivel de los colegiales y el tiempo que podían dedicar a la materia, por lo que, solo tres años después, ya había compuesto y publicado su Compendio de la gramática francesa (Sevilla, Vázquez e Hidalgo, impresores del Real Seminario de San Telmo, 1791). Es su única obra conocida. Con ella consiguió un complemento vitalicio para el sueldo que percibía, pese a que no estaba previsto por las ordenanzas que regulaban el centro para las publicaciones relativas a lenguas extranjeras, consideradas como un complemento a las enseñanzas fundamentales.

La mayor parte de la obra es traducción del Abrégé des principes de la grammaire françoise (1732), de Pierre Restaut, concretamente de una de las ediciones que, a partir de 1745, incluía la sección final "Principes généraux de l'orthographe françoise", también traducida por Martínez Saavedra. Este autor se adelantó así a Jean-Thomas Laurès de Mayran, que también se fundó en el Abrégé de Restaut para la composición de su Compendio nuevo de gramática francesa (1799). Como el Abrégé, el Compendio adopta una presentación de la mayor parte de los contenidos en forma de diálogos, lo que permitiría al maestro, no solo controlar mejor la retención memorizada de tales contenidos por los alumnos, sino prepararlos para su lucimiento -con la consecuente repercusión en el prestigio de su maestro- durante los "ejercicios literarios" o certámenes públicos en los que, al final del curso escolar, los alumnos se sometían a las preguntas de un tribunal y de quienes asistían al acto. La brevedad relativa de la obra favorecía también el paso rápido a los ejercicios de comprensión lectora y traducción, fin primordial de la enseñanza del francés en este centro con el fin de facilitar a los futuros pilotos el acceso a obras técnicas escritas en francés. Al igual que su modelo, el Compendio permitía, además, iniciar a los alumnos en los principios de la gramática general, algo necesario dado que, al no estudiarse latín en el centro, tales principios se encomendaban expresamente en las ordenanzas a la asignatura de francés, por más que sospechemos que también se llevaba a cabo en la de primeras letras. Con todo, el Abrégé no se dirigía particularmente a niños de lengua materna extranjera, por lo que el autor del Compendio hubo de inspirarse en el Arte de Chantreau para algunas partes de su obra, tales como los verbos irregulares o el vocabulario temático de nombres. Se deduce de lo expuesto que la obra de Martínez Saavedra se adapta bien a las circunstancias y objetivos de la enseñanza del francés en San Telmo.

Martínez Saavedra continuó ejerciendo sus funciones en el colegio de San Telmo hasta la fecha de su fallecimiento, el 30 de octubre de 1799. Los maestros que le sucedieron en el cargo siguieron sirviéndose de su Compendio, posiblemente hasta que se agotaron los ejemplares impresos en 1791; de hecho, existe constancia de que, en 1804, los colegiales aprendían de nuevo francés a partir del Arte de Chantreau.

Manuel Bruña Cuevas

Bibl.: