Universitat Rovira i Virgili

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Diccionario de historia de la enseñanza del francés en España (siglos XVI-XX)

REALES COLEGIOS DE CIRUGÍA

Instituciones educativas superiores de Medicina y Cirugía. Fundados en fechas diferentes en Cádiz (1748), Barcelona (1760) y Madrid (1787), todos fueron suprimidos en 1843 y transformados en Facultades de Ciencias Médicas.

El Real Colegio de Cirugía de la Armada de Cádiz, fundado en 1748 por Fernando VI bajo la protección del marqués de la Ensenada, se convirtió en la primera institución de ese tipo en España. Los idiomas no figuraban entre las materias de estudio incluidas en sus estatutos iniciales ni en los Estatutos y ordenanzas generales de 1764, aunque sus alumnos «latinistas», que se diferenciaban de los «cirujanos romancistas» o prácticos, debían acreditar el conocimiento del latín para ser admitidos pues obtenían el grado de Bachilleres en Filosofía (Real Cédula de 1757) y porque, precisamente, las letras se consideraban útiles para dignificar su profesión y mejorar su formación (Castillejo, 1772: XLI y ss.). Su bibliotecario debía estar versado «en los idiomas extranjeros más usuales» (Ordenanzas, 1791: 67), dado que le competía estar al corriente de las obras periódicas y novedades nacionales e internacionales así como mantener correspondencia con países extranjeros (ibíd: 69-70). Las primeras disposiciones relativas a la biblioteca puntualizaban tenía que conocer «particularmente el Francés y el Latín por ser la biblioteca la mayor parte de ellos en estos idiomas»; por ello se propuso para el puesto a Francisco Canivell, versado en ambos además del italiano (Reales Órdenes y Decretos, 1749, ápud Ferrer, 1961: 344). Ese mismo año la Lista de los libros que se han de agregar a la Biblioteca del Real Colegio de Cirugía de Cádiz recomendaba adquirir «Todas las obras que han salido hasta hoy de la Real Academia de Ciencias de París que sean de la misma impresión» (ápud Ferrer, 1961: 344), lo mismo que las de la Real Academia de Londres «aunque sean en Inglés». El único inventario conservado, de 1850, comprende 1.579 obras, de las cuales 78 son de literatura, 76 gramáticas y diccionarios y 86 memorias académicas o revistas científicas; y entre el conjunto de materias, la mitad de los títulos son franceses (Medina Arjona, 1999: 130), de lo cual se deduce la necesidad de sus alumnos de conocer dicha lengua, además de la importancia de su preparación lingüística.

El Real Colegio de Cirugía de Barcelona, fundado en 1760, se regía por los citados Estatutos y ordenanzas generales de 1764. Se conserva un catálogo manuscrito completo de su biblioteca, con un millar de títulos entre volúmenes y folletos (Libros del inventario, 1790), en los que predominan los extranjeros. Las Ordenanzas de 1795 no señalaban la necesidad de los idiomas para el catedrático bibliotecario, a quien competía la actualización de la nueva bibliografía aparecida, la correspondencia con «literatos» españoles y extranjeros y la elaboración de un catálogo de autores de la historia de la medicina española junto al extracto de lo que al respecto hubieren adelantado los extranjeros modernos (cap. IX, arts. IV, VI). También precisaban los autores extranjeros fundamentales que debían seguir los catedráticos de las respectivas especialidades en tanto no se publicase bibliografía en español sobre ellas. Algunos de sus profesores tradujeron al castellano obras para uso de los alumnos, según se les recomendó (Usandizaga, 1964: 89), lo que confirmaría la laguna idiomática del plan de estudios. Entre las traducciones de textos de médicos franceses están: Nuevos elementos de Medicina y Cirugía operatoria de Louis J. Begin, traducidos por Ramón Frau (1832); Compendio elemental de Fisiología de François Magendie, por Frau y Juan Trías (1828); Manual de medicina operatoria de Joseph-François Malgaigne, por Ramón Ferrer Garcés (1841); Compendio del tratado práctico de las enfermedades venéreas de Henri M. Desruelles, por Luis Oms y José Oriol Ferreras y revisado por Antonio Mayner (1840, 1841); y las Lecciones sobre flegmasías gástricas de François-Joseph-Victor Broussais, por Francesc Juanich (1821) (ibíd.: 227-228, nº 233-241).

El Real Colegio de Cirugía de San Carlos de Madrid, establecido en 1787, impartía sus clases en castellano y el latín y, como en los anteriores, faltaban los idiomas modernos entre las materias de estudio (Real Cédula, 1787). No podía ser admitido quien no hubiese estudiado latinidad y tres años de Lógica, Álgebra, Geometría y Física experimental (Real Cédula, 1787: 56). Su biblioteca estaba especializada en Cirugía, Medicina, Anatomía humana y veterinaria y Ciencias naturales, pero también había de poseer «aquellos que sirven para la inteligencia de unos y otros, como diccionarios, etcétera» (ibíd.: 83), lo que revela que contenía títulos extranjeros.

Las Ordenanzas generales de 1804, que afectaron a los tres Reales Colegios de Cirugía ya constituidos, fueron menos específicas en cuanto a las competencias lingüísticas del cargo del bibliotecario, quien simplemente debía estar al corriente de «la adquisición de todas las obras útiles facultativas y de ramos auxîliares que se publiquen dentro y fuera del Reyno» (43).

María Dolores Gimeno Puyol

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