Universitat Rovira i Virgili

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Diccionario de historia de la enseñanza del francés en España (siglos XVI-XX)

DIÁLOGOS

[Diálogo 1]

El diálogo es el medio a través del cual se efectúa la comunicación interpersonal: es pues un intercambio verbal entre dos o más personas (en oposición a monólogo). Constituye así un tipo de discurso oral. Se utilizará este término como hiperónimo de: conversación y de debate, si bien las modalidades de su ejecución son muchas: conversación propiamente dicha, conversación sobre imágenes, entrevista, preguntas-respuestas... En la enseñanza/aprendizaje de una LE, constituye el instrumento privilegiado mediante el  cual el profesor plasma una interacción verbal en clase, haciendo que los alumnos presten atención y tomen la palabra ("hablen"), habitualmente acerca de un tema previamente elegido, y/o tomando como punto de partida un texto escrito (véase /Conversación/). Para ello, se utilizaban habitualmente como recurso los "diálogos familiares" (véase más adelante: [Diálogo 2]). El método directo (MD) actualiza dicha actividad mediante la fórmula de "conversación sobre imágenes", que será adoptada igualmente por algunos metodólogos eclécticos (como A. Perrier), e incluso puede constituir una fase específica de cada lección (la "clase de conversación"). El intercambio oral puede adoptar igualmente otras formas: dramatización, preguntas-respuestas (véase /Conversación/)... Así entendido, el diálogo es un tipo de actividad de enseñanza-aprendizaje (procedimiento: véase /Procedimiento/), cuyos pasos o modalidades pueden igualmente ser descritos (y aprendidos) como técnicas didácticas (véase /Técnica/).

[Diálogo 2]

Un intercambio verbal puede transponerse de forma escrita, figurando una conversación realmente ocurrida o imaginada. Constituye por tanto igualmente un tipo de texto escrito (o un género discursivo). Los diálogos constituyen un componente central del contenido de un manual (u obra) destinado a la enseñanza de la LE, tanto bajo la forma escrita como oral (cuando la palabra pudo ser gradaba en disco, cinta magnetofónica, cassette, CD-Rom, etc.). Históricamente, la particularidad de este tipo textual, en su utilización didáctica para aprender/enseñar una lengua, lo constituye su presentación bilingüe en columnas paralelas. En efecto, los diálogos bilingües para enseñar/aprender una lengua ya fueron utilizados por los Romanos (véase los Hermeneumata Pseudodositheana, siglo IV), y dicha práctica permanece durante la edad media (cf. Coloquio de Aelfric, principios siglo XI). Recogiendo tal tradición, surgen en Inglaterra listados léxicos bilingües ordenados por temas para aprender francés (Les trataytz [...] de Bibbesworth, fines siglo XIII; Le livre des mestiers, 1396). En el siglo XVI, se produce en los Países Bajos una auténtica explosión de útiles para aprender lenguas vivas bajo forma de Vocabularios (Vocabulario para aprender francés, español y flamini, anónimo, Amberes, 1520; Vocabulaire en trois langues, Noël de Berlaimont, Lovaina, 1536; Coloquios familiares, G. Meurier, Amberes, 1568...), que serán profusamente reeditados/aumentados en el conjunto de países europeos, ampliándose igualmente las lenguas ofrecidas a los estudiosos. El Vocabulario de Berlaimont de 1558 (Vocabulario de Quatro lingue, Francese, Latina, Italiana & Spagnola, Lovaina, 1558) inspira de modo directo la primera obra editada en España (cf. Corcuera & Gaspar, 1999: XXXVII) destinada al aprendizaje del francés como lengua extranjera: el Vocabulario de Iaques Ledel (o Liaño), que está impreso conjuntamente con la Gramática de Sotomayor (1565). El Vocabulario de Ledel contiene, además del listado léxico bilingüe o "vocabulario" propiamente dicho, unas observaciones para la pronunciación y la ortografía (de modo previo al vocabulario), unos diálogos (4), un llanto y tres cartas (págs. 46 a 63), "presentando todo en dos columnas: en la columna de la izquierda, puesto en cursiva, aparece el texto francés, y en la columna de la derecha, en redondilla, nos encontramos con el texto en castellano" (D. Fischer et al., Repertorio..., 2004: 62).

Esta tradición prosigue a lo largo de los siglos XVII y XVIII: hay que citar así a C. Oudin (1604: Diálogos en Español y  Francés / Dialogues en François et Espagnol. Bruxelles, Foppens), a Juan de Luna (1625: Diálogos familiares / Dialogues familiers. Bruxelles, Hubert Antoine), a F. Sobrino (1708: Diálogos nuevos en español y francés), como autores sobresalientes, que editan libros de diálogos bilingües español-francés de modo separado, pero como complemento de una obra gramatical.

Los libros de diálogos, en presentación bilingüe,  van a configurarse según un modelo común, a partir del cual los diversos autores efectúan variaciones (añadidos, adaptaciones, supresiones), manteniéndose la estructura siguiente (véase A. Sánchez, 1992: 18-23):

En cuanto a los diálogos propiamente dichos, ponen en escena habitualmente a dos personajes (a veces tres o cuatro, y hasta nueve, como en el primer diálogo del Colloquia et Dictionariolum quator linguarum, Lovaina, B. Gravio, 1556), y se refieren a 'situaciones de comunicación' habituales (en función de los destinatarios: comerciantes, viajeros):

Las variantes afectan tanto a la forma (agrupamiento de varios diálogos en uno más extenso; presentación dialogada entre dos, tres o más personajes) como al contenido, si bien la orientación práctica es común, como señala Francisco de Villalobos, redactor-traductor de la parte española de los Colloquia et Dictionariolum quator linguarum (1556): "Tanta es la utilidad qu'en este libro se describe, (Curioso Lector), tanto es su uso, y exercicio entre todos los hombres de qualquier estado, que su magnitud ô grandeza de los hombres doctos es tenida por buena fin comparación. Por que no ay hombre en toda Francia, ni en Flandes, ni en Alemania, ni en Ingalaterra, ni en todas estas partes de Septiontriô que no tenga grand necesidad de la cognición de todas estas quatro lenguas qu'en este libro están descritas, ò Sea mercader, ô soldado, ô hôbre de palacio, ô caminâte que tiene necesidad de una lengua, ô faraute [mensajero] qu'entienda estas lenguas, para que selas declare: lo qual para que mas saalmête se pueda hazer (po que no todos pueden mantener una lengua ô faraute) Bartolomé Gravio, como sea hôbre de buê zelo en favoucer nuestra república, viêdo esta falta recogió embreve la declaración desas lenguas en este libro, para que no sea menester tener al lado un interprete que las aya de declarar: ino que cada uno por si las pueda entender y hablar, y côtemplar la diversidad de las lenguas. Quien pudo jamás tener amistad con hombres de diversas naciones, con su sola lengua maternal? Quien jamás hizo buen menage con sola una lengua ignorando las otras? Quien jamás guoverno bien la república con sola su lengua? Pues que esto assi es recibe este libro, en el qual se describe la declaratiô destas quatro lenguas Flamenca, Francesa, Latina, y Española, las cuales, Si procurares d'entender, y hablar, hallara que no solamente te es este libro útil pero tâ necesario que sin el no puedes pasar. Y si todo lo que aquí se contiene no pudieses tomar decoro, apprende alomenos lo que mas te es necesario: ansi como por pasatiempo podras alcançar la cognición de muchas lenguas". Al muy curioso Lector. Francisco de Villalobos, Colloquia et Dictionariolum quator linguarum, Lovaina, Bartolomé Gravio, 1556.

El carácter práctico de los diálogos propuestos será ampliado o incluso desvirtuado en algunos autores, en función del público nobiliario al que va dirigida la obra, adoptando  una orientación culta (poético-literaria), como en el caso de los algunos diálogos de Jacques de Liaño (1565). En efecto, los dos primeros diálogos de Liaño, o pláticas, para utilizar el término del propio Liaño, están inspirados en los diálogos de Berlaimont, y poseen un carácter "funcional" (para comprar paño, invitación a cenar rehusada); ahora bien, los dos restantes responden a la tradición literaria (teatral, pastoril), y las intervenciones constituyen en realidad una serie de monólogos (lamentación o llanto por la ausencia de la amada; debate sobre la concepción del amor: platónico, carnal) que les aleja del carácter conversacional. Por su parte, César Oudin publica unos Diálogos en español y en francés. Dialogues en François et en espagnol (1604), que derivan de la tradición anglosajona (Minsheu, 1599), y son por tanto exclusivamente "funcionales".  Para una descripción detallada de los mismos (Ledel y Oudin), consúltese los trabajos de B. Lépinette (2001: 189-236). Los diálogos [2] van a ser igualmente incorporados a las gramáticas para aprender francés, en forma más reducida: así, A. Galmace (1745: "Diálogos familiares", p. 68-80) o P.-N. Chantreau (1781: "Frases familiares para romper a hablar", Suplemento, Libro primero, cap. IV, p. 53-98...) incluyen diálogos [2] como componente del aprendizaje del idioma, situado tras el contenido gramatical propiamente dicho, en el apéndice, anexo, suplemento o segunda parte del manual, y junto con otro tipo de textos, tales como fraseologías, refranes, textos literarios escogidos, etc.

La utilización del diálogo [1] y de diálogos [2] para aprender/enseñar idiomas se convierte en una característica en la enseñanza tradicional de idiomas, que permanece a lo largo de los siglos, constituyendo, junto con la lectura de textos, el eje central del método práctico o "por el uso", o bien una actividad complementaria y posterior al aprendizaje de las reglas [véase en /Métodos/ /Método tradicional o de gramática-traducción].

Se reproducen a continuación algunos extractos para ejemplificar tal útil de enseñanza:

Propos de deux amys qui se rencontrent en la rue l'ung appelle Pol & laultre Garcie, & vont les deux chez ung marchant, achater du drap

Platica de dos amigos que se topan en la calle el uno llamado Pablo, y el otro Garcia, y van los dos en casa de un mercader a comprar paño

Pol. O amy Garcie, Dieu vous donne bon iour.

Gar. Et a vous aussi seigneur pol.

Pol. Ou allez vous ami si matin

Gar. ie voys a la place.

Pol. Quoy faire.

Gar. a achater ung peu de drap

Pol. voules vous que ie voyse auev vous

Pablo. O amigo García, dios os de buenos dias.

Gar. y a vos también seño. Pablo.

Pa. Donde vays amigo tan de mañana

Gar.voy a la plaça

Pa. A que.

Gar. A comprar un poco de paño

Pa. Quereys que vaya con vos

(Liaño [1565], in Corcuera&Gaspar, 1999: 66)

Don Pedro. Oyes moço?

A. Señor.

D.P. Que hora es?

A. Las cinco son dadas.

D.P. Levantate y abre aquella vcentana à ver si es de dia

A. Aun no es bien amanecido

D.P. Pues asno, como dixiste, que ha dado las cinco?

A. Senor, las cinco yo conté, pero el relox y la mañana no andan à una

D.P. O tu mientes, o el relox miente, que  el sol no puede mentir

[...]

Dom Pierre. Ois-tu, garçon ?

A. Monsieur.

D.P. Quelle heure est-il ?

A. Cinq heures viennent de sonner.

D.P. Leve-toy &ouvre la fenestre pour voir s'il est jour.

A. Il ne paroist pas encore beaucoup de clarté.

D.P. Pourquoy dis-tu donc, gros asne, que cinq heures sont sonnées ?

A. Monsieur, je les ay contées, mais l'horloge & le matin ne s'accordent pas.

D.P. Tu mens, ou l'horloge ment, parce que le Soleil ne sçaurait mentir

[...]

C. Oudin (1604): diálogo primero entre un hidalgo y su criado Antonio.

Por su parte, Chantreau explicita el uso didáctico de los diálogos: manifiesta así en los consejos contenidos en el "Método que el Maestro debe llevar en su enseñanza, y el discípulo en su estudio" (1781: XVII-XX) que "nadie debe pretender llegar a hablar con desembarazo un idioma, si luego que sepa tres o quatro frases familiares, no prorrumpe en decirlas quando se ofrezcan, sin detenerse por los absurdos que dirá a los principios; porque el hablar enteramente depende de la práctica; y por hábil que sea el Maestro nada o poco puede sin ella" (XX). Es decir, la memorización de las diferentes frases familiares y diálogos y su recitación mediante una conversación imitada con el maestro debe efectuarse de modo paralelo (y no posterior) al aprendizaje de la gramática, y dichas actividades constituyen un componente esencial del aprendizaje.

V. PARA DAR LECCIÓN Y HABLAR FRANCÉS

Habla Vmd. Francés?

Sabe Vmd. Hablar francés?

Yo lo hablo un poco

Yo no sé casi nada

Soy muy rudo

Como se llama esto en francés?

Muy bien

Ya está Vmd. muy impuesto

Pronuncio bien ?

Vmd. tiene una muy buena pronunciacion

No puedo acertar con el sonido de la e muda y de la u.

Parlez-vous François?

Savez-vous parler François?

Je le parle un peu.

Je ne sais presque rien.

J'ai la tête fort dure.

Comment appelle-t-on cela en françois ?

Très bien

Vous êtes déjà bien instruit.

Prononcé-je bien ?

Vous avez la prononciation fort bonne.

Je ne puis pas attraper le son de l'e muet et de l'u

[...]

P.-N. Chantreau (1981: Suplemento, 60)

Más recientemente, con el MD [véase: Berlitz] y los MAV, los diálogos constituyen el punto de partida de cada "lección", introduciendo en los mismos los componentes léxicos y gramaticales que van a ofrecerse para su aprendizaje, y adaptados para una utilización didáctica por parte del profesor (interacción oral: reproducción, imitación, preguntas-respuestas, dramatización...). Las modalidades de diálogos son múltiples, a su vez: conversaciones acerca de situaciones habituales de la vida cotidiana; cuestionarios (listados de preguntas) a que los alumnos deben responder (de forma escrita previa o posterior) mediante las respuestas adecuadas, fragmentos de obras literarias que reproducen intercambios entre personajes, etc.

Javier Suso López

Bibl.:

Fuentes primarias

Fuentes secundarias